Por Consuvisa

En la historia de la humanidad, todas las personas sufrimos importantes problemas a lo largo de nuestra vida que nos dejan tocado, hundido, muerto o del revés. Pueden ser de salud, trabajo, amor…o simplemente el día a día. Ese día a día en el que sales a la calle con buena disposición, y……:

Saludas al vecino….que no te contesta.

Vas con tu mejor sonrisa cargada con la bolsa de los cartones y las botellas de vidrio hasta el contenedor….y tienes que sortear el reguero de cartones y vidrios rotos que otros han dejado a lo largo de la acera.

Te acercas a la sucursal del banco para hacer una gestión mensual de lo más simple y te encuentras con que:…… los empleados se han ido a desayunar, y sólo hay una persona atendiendo a los clientes que están haciendo cola. Esperas un buen rato hasta que llega tu turno y entonces….. el terminal no funciona, o estás fuera de horario para hacer esa gestión, o, que casualidad, con una persona nueva en la sucursal que no sabe de lo que le estás hablando…. Y que te recomiendan que utilices el cajero automático…. Tu, con verdadero mérito, te acercas al mismo y después de perder más de veinte minutos intentándolo vuelves a entrar en la sucursal. Consigues que el empleado nuevo salga contigo eso si, con una expresión en su cara que dice: “inútil!, ya voy yo a ayudarte” Y ves, con la prudencia del que no dice nada, como esa misma persona tras tres intentos fallidos, te mira transcendente y te dice, como en la mítica obra de Lara: “no funciona, vuelva usted mañana…”

Pero, tu sigues dispuesto a no perder tu buena disposición, la del día a día, y corres para alcanzar el autobús. Consigues subir en el último segundo y entonces el conductor te mira mal. Saludas y le das las gracias…. No te contesta… ¡Vaya no te has acordado de sacar un bono bus¡… rebuscas en el monedero y tienes un euro y un billete de 10 euros, se lo tiendes al conductor y te señala el cartel “NO SE DA CAMBIO DE MÁS DE 5 EUROS” Así que, un día normal del día a día…. ¡te tienes que bajar del bus¡…

Te pegas la gran caminata y llegas a casa, enfadada con el mundo, dispuesta a no salir nunca más…. Hasta que tengas que ir a trabajar al día siguiente. Recoges el correo en el portal y, ves la notificación del seguro de hogar que responde a tu parte de inundación cuando el granizo caído en Agosto te destrozó una cristalera. Lo lees despacio, esperanzada. Un largo párrafo define las bondades de la compañía y te ofrece una nueva póliza con cobertura de catástrofes por fenómenos naturales. Te la saltas, lees la letra pequeña…” La reparación de dicha rotura, no se encuentra incluida en su póliza” Y entonces piensas…¿quién es el maldito que ha incluido el famoso día a día en la historia de la humanidad?….

(Esperad a la siguiente entrega… veréis como la vida del día a día es la que me hizo decidir convertirme en delincuente)

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