Cuando era pequeña, las de Navidad eran mis vacaciones favoritas. Entonces resistía el frío mucho mejor que ahora y, la posibilidad de no ir al colegio y jugar en mi casa o en la de mis amigas, me emocionaba. Pero lo que esperaba con mas ganas eran las cenas y las comidas en familia. Eran mejor que las comidas de los domingos. Mi madre preparaba algo especial, y había turrones y polvorones de postre. Entonces aun no había la costumbre de vestirse tanto como ahora pero, yo no estaba en pijama como otras noches, y procuraba ponerme un vestido o algo que me gustara especialmente. Brindábamos con sidra. Poníamos el árbol de Navidad y el Belén.

Y claro….escribíamos la carta a los Reyes Magos, la entregábamos al paje real, recibíamos a sus majestades en la cabalgata, nos acostábamos muy pronto el 5 de Enero, después de dejar preparado al lado de la ventana pan para los camellos y una copita de anís para los exhaustos reyes (…siempre me pregunté cómo no acabarían borrachos después de recorrer casa por casa….), y nos levantábamos muy pronto por la mañana para ver que regalos nos habían dejado. Es bonito, si, y tierno. Pero….¡el tópico cambia con los años!.

Contaros como vivo yo ahora la Navidad os aburriría. Solo voy a permitirme decir que, tal vez siempre fue asi y yo no me di cuenta pero, me parece que las cosas han cambiado un poco. Hecho de menos hacer los regalos para mis padres, con cajas de cerillas y pegamento. Pero me queda la esperanza de que en el corazón de los madurescentes queda un trocito de aquellos recuerdos que nos hacían vibrar. Y me consta que muchos seguís trasladando estas ilusiones en vuestro entorno. De la Navidad de hoy yo me quedo con los paseos bajo el cielo de Diciembre, con los mensajes de felicitación de los mas queridos, ¡bendito WhatsApp! Y bueno, porque no, con los regalos que salen del corazón, o los que se hacen con las manos y con los abrazos.

En Somos Madurescentes este mes os regalamos un nuevo Diccionario Madurescente en el que nuestro colaborador Roger Alvarez nos ira explicando el origen y significado de esas palabras que oímos y decimos todos los días…sin saber muy bien por que: hastag, follower, twit, gifts, post….. todo tiene un origen que Roger nos hará fácil de entender, y nos permitirá auto justificarnos por haber dejado de enviar felicitaciones de Navidad tradicionales. Ya sabeis, ¡hay que apostar por la tecnología. Os vamos a ofrecer una lista en spotify de música navideña…¡por si ya hubiera pocas!…jjjj….que Cristina ha seleccionado para vosotros, y que puede quedar genial de fondo de las cenas. Y seguimos con las entrevistas, en este mes, a actores famosos cuyos espectáculos podréis seguir estas Navidades.

¡Paz y amor, madurescentes!. El tópico cambia pero, si queremos, la ilusión sigue vigente. Os deseo que disfrutéis cada minuto, incluso el que os parezca mas tonto, de esta feliz Navidad, o en su defecto, de este mes de Diciembre.

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