Madrid, 25 de Noviembre de 2017

En los años 50 mis padres se habían comprometido con “los padrinos” en una serie de acuerdos que por familia y amistad pensaron estarían juntos hasta la eternidad (¡las ilusiones de los jóvenes!…¡no contaban con las disposiciones de la vida!) de tal forma que el hermano mayor de Papá y su esposa serían los padrinos” de su boda y bautizarían a todos los hijos que tuviesen y de manera recíproca Papá y Mamá serían “los padrinos” tanto en la boda de ellos como de toda su progenie”

Aquellos acuerdos llegaron a más, la elección del nombre de los hijos varones dependería del padre de la criatura en cada caso…pero el de “las hembras” (1) lo elegirían las madres.

La primera en nacer “hembra” (1) fue mi prima con lo que “la madrina”, su madre cumplió escrupulosamente el pacto poniéndole el nombre de Mercedes como mi madre.

El primer varón nacido del enlace de mis padres, se llamó como el hermano fallecido de Papá; pasaron los años y mamá quedo en cinta, durante ese período de cinco años uno de los hermanos de Papá (que no era el padrino) había traído al mundo 1 varón y tres hembras(1).

 

En una reunión familiar, seguramente en Navidad, donde las puertas de la casa servían de mesa para las grandes familias que se juntaban a cantar, comer y beber; con algunas copas de anís y muchos vinitos…Papá se atrevió a hacer un reproche a su hermano (que no era el padrino)

  • Hay que ver hermano que falta de tacto, compresión y desprecio has tenido para con nuestra madre. Tienes tres hembras(1) y a ninguna le has puesto su nombre (Consuelo)

La respuesta de mi tío no se hizo esperar, salió como una exhalación:

  • Tu mujer está preñada, si es una hembra(1)  ponle como te salga de los c……
  • Descuida si es niña se llamará Consuelo

Nació varón, y le pusieron como al abuelo materno.

En los sesenta, sin ser deseada ni esperada, nací como por casualidad y a los tres días de mi nacimiento cuando Papá llegó a casa del Registro Civil, Mamá le pregunto:

  • ¿Qué nombre le has puesto a la niña?
  • El que le tenía que poner. CONSUELO, como mi madre.
  • Noooooo, horror yo tenía un acuerdo con “los padrinos” ¡la niña se tenía que llamar Ángela! Como la madrina.

Aquello supuso…(supongo) algún que otro problema entre ellos, muchas disculpas por parte de Mamá con “la madrina”  y alguna deuda pendiente que Mamá tuvo que pagar durante muchos, muchos años.

Al cabo de seis años de mi nacimiento, murió el abuelo. Tuvieron que hacer trámites documentales para solicitar la pensión de la abuela, pidieron una partida de nacimiento de la abuela a Valsequillo (población cordobesa de menos de 300 habitantes) lugar de la tierra donde vio la luz por primera vez la abuela. Cuando esta llegó dejó a propios y ajenos perplejos…

REZABA:

….se procede a inscribir el nacimiento de una hembra(1) ….y se le ponen los nombres de EXCOLÁSTICA CONSOLACIÓN.

¡Uffff…de la que me libré por desconocimiento¡

¡QUE MANERA DE COMPLICARNOS LA VIDA Y LA DE NUESTROS HIJOS¡

(1) Hembra:  Me parece una palabra potente, radical utilizada en la época que describo los hechos y fiel reflejo de nuestro lugar en aquella sociedad. Para muchas ocasiones actuales, deberíamos tener en cuenta que por encima de hembras, somos mujeres.

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