Por Cristina Gómez
El término de la edad, como hasta hoy en día lo conocíamos, ya no vale. Hay que ampliarlo, expandirlo. Y es que el concepto de envejecimiento tradicional tampoco sirve. Pensémoslo. Pensemos en nuestros abuelos, o en los padres de nuestros abuelos… todo ha evolucionado y cambiado: el estilo de vida que llevamos, las prioridades, los gustos, las costumbres, incluso la esperanza de vida.
Actualmente, la esperanza de vida ha aumentado y se encuentra entre los 80-90 años, lo que nos lleva a pensar… Si en la sociedad se considera vieja a una persona con 50 años, si se le margina y aísla del resto del mundo… ¿qué van a hacer los otros casi 50 que les quedan de vida?
Nuevo grupo generacional, los madurescentes
Por suerte, creemos que empieza a verse un poco de luz a final del túnel. Han llegado a nosotros informes y estudios que apoyan esta idea y defienden que los madurescentes, este grupo generacional entre los 45 y 69 años, tiene una gran relevancia en la sociedad. Y no solo por ser el grupo con más poder adquisitivo de ésta, sino por representar más del 20% de la población en España y por ser un colectivo de interés para las marcas, donde estas encuentran una gran oportunidad de mercado, para el que deben crear nuevos mensajes e imágenes que conecten con los madurescentes.
Segmentaciones por edad
La idea de que se nos asocie a un grupo de consumo o a una etiqueta, no nos gusta especialmente. Pero la realidad es que la publicidad y el marketing siguen haciendo uso de segmentaciones sociodemográficas, muchas veces obsoletas y sin validez, ya que se basan en unos criterios tradicionales que, a día de hoy, como decíamos, han cambiado. Y se comprueba que existen colectivos, como los madurescentes, que no cumplen con las expectativas que la sociedad les ha asociado, tradicionalmente, a su etapa de la vida .
Pero hablemos de realidades, McCann, la red global de agencias de publicidad, ha publicado recientemente su informe Truth About Age donde refleja que “las predicciones sobre las actitudes y el comportamiento humano basadas en la edad son cada día menos fiables». De hecho, la propia directora de McCann Truth Central, y autora del estudio, Nadia Tuma-Weldon, declaró al presentar dicho estudio «encontramos que la edad se está convirtiendo en una manera menos útil de determinar comportamientos y actitudes de las personas», «las marcas necesitan ir más allá del ‘número’ para asegurarse de que se conectan con personas de todos los grupos de edad».
El estudio se elaboró en base a casi 24.000 encuestas realizadas a personas entre 20 y 70 años de edad en 29 países, complementadas con investigaciones cualitativas llevadas a cabo en 36 mercados de todo el planeta.
Y es que la edad no es lo que se ve, sino lo que se siente.
A través de Somos Madurescentes transmitimos esa idea, puesto que como decíamos, la vida ha cambiado. Los madurescentes de ahora viven una revolución personal, quieren seguir aprendiendo, lanzarse a desarrollar proyectos nuevos, conocer gente, lugares, costumbres, viajar, ver, sentir… quieren vivir. Y, al final, la edad solo es un número más en nuestro DNI, que nos irá acompañando siempre, pero que no tiene porqué estigmatizarnos, ni condicionarnos. Por lo tanto, hay que disfrutar de la madurescencia, sin importar más allá del momento, de la experiencia y del ahora.